Adios,escalada,adios...

Pues sí, escalada…hasta aquí hemos llegado…

Desde hoy tú y yo vamos a vivir nuestros caminos y nuestras vidas por separado aunque en ocasiones nos volvamos a encontrar…

Aún recuerdo como nos conocimos. Tu y yo,… “Valorio”,…el verano y yo con mis 14 años recién estrenados.

Viéndolo con la distancia que da el tiempo, aquella época fue un grandísimo tiempo de descubrirnos mutuamente, un avanzar lento en coger confianza para ir progresando en nuestra relación. Pero querida, como todo, ha sido bonito mientras duró. Pero se acabó.

Hemos estado juntos  media vida, más de media vida, ¡20 años! y cuando pienso en mis recuerdos, en la inmensa mayoría, estás tú en ellos y ahora será muy duro y difícil sacarte poco a poco de ellos, pero lo importante, es hacerlo sin pena. Será imposible…

Para tomar una decisión así, primero hay que pensárselo mucho y muchas veces, pero al final la lógica, o la ilógica, acaban venciendo, las cosas se hacen y las decisiones se toman. Pero tú, escalada, y yo hemos vivido muchas, muchísimas cosas juntos y nos debemos una despedida elegante.

Ya sé que no es culpa tuya, que eres casi la de siempre, pero de pronto un pensamiento surge…y todo cambia…

No es momento de reprocharnos nada, aunque tú sabes como yo que el tiempo  y el esfuerzo que te he dedicado en ocasiones no me los has devuelto, y que yo he hecho más por ti que tú por mí. Me duele saber que me has dejado cosas a deber y que nos han quedado cosas por hacer juntos, y que ya nunca las podremos hacer ni tener. Sabes que no te las exigiré aquí.

La verdad es que sería profundamente injusto quejarme de nuestra relación. También me has dado alguno de los mejores momentos de mi vida y las sensaciones más increíbles que se pueden tener. Me has llevado a  competir en la Copa del Mundo con la selección española, a mí, a un chico de Zamora, una de las provincias más llanas de España. Jamás olvidaré eso. Y te lo debo a ti.

Gracias a ti he conocido algunos lugares maravillosos. Para escalar o para visitar, da igual. Están ahí y yo fui.

Me gustaría recordad a la gente que nos hemos ido encontrando tu y yo en nuestro camino, gente que en ocasiones me ha marcado de verdad, pero es imposible. Los que esperaran encontrarse en esa lista es porque saben que mi pensamiento está con ellos, que al final es lo importante…A todos vosotros, gracias por acompañarme en este camino.

La vida es como un dado, en que cada cara es una de las cosas de nuestra vida. En ocasiones estas cosas cambian, pero otras se quedan para siempre. Una cara será siempre para ti.

Espero que no me guardes rencor y que cuando nos encontremos  de nuevo, lo que seguro, ocurrirá, sepamos perdonarnos y estar felices juntos.

La vida sigue aunque sea sin ti,y para mi otras puertas se abren...

Nada más. Siempre serás parte de mi vida.